La comunión del Crack

El pasado sábado 31/05/2014 hemos celebrado la comunión de mi hijo Javier (El Crack).

Después de muchos meses de preparativos de elecciones de ropa, restaurantes, menús, invitaciones, fotografías, etc. Llego el gran día.

Ha sido sin duda alguna uno de los días más felices de mi familia, gracias a todos los amigos que vinieron a ver a Javier a la iglesia, gracias a los amigos y familia que nos acompañaron en el banquete y gracias sobre todo a mi mujer, Beatriz y a mis dos hijos, Cristina y Javier, por ser como son y por hacer todo lo posible para que este día fuera inolvidable.

Sólo espero que Javier no crezca ahora demasiado deprisa, ¡con una adolescente en la familia de momento vamos servidos!.
Que siga siendo un niño durante un tiempo, que nos siga dando montones de besos y nos diga todos los días ¡hasta mañana! y no se duerma si no le contestamos.

Todavía nos quedan un par de celebraciones en Borja con familia y amigos, espero que nos acompañéis para que el año sea redondo.

Javier y Cristina vuestros padres están muy orgullosos de vosotros . Os queremos, seguir así.

También hubo su momento relajación total. El niño promete.

Los gigantes de Borja

Este fin de semana han sido, bueno en este momento todavía son las fiestas de la Virgen de la Peana en Borja.

Mi familia y yo hemos estado disfrutando de ellas el fin de semana.

El motivo de esta entrada es para dar las gracias a todos MIS AMIGOS DE LA INFANCIA que han hecho que estas fiestas sean un poco más especiales que otras.

Da gusto darte cuenta que por mucho que pasen los años los amigos con los que jugabas en el colegio, los compañeros de trastadas de alegrías y de alguna pena (pocas que de pequeño de esto se tiene poco), siguen estando ahí.

Con algunos prácticamente el contacto es de fiesta en Mayo y fiesta de Septiembre, coincidimos menos de lo que me gustaría, pero se que están ahí. Que sepáis que yo también estoy aquí para lo que queráis y que os aprecio un montón.

No quiero nombraros porque se que me dejaría a alguno y sería injusto, pero si que quiero daros las gracias por haberme permitido llevar los gigantes de mi pueblo, la verdad que me ha hecho mucha ilusión.

Intentaré llevarlos más veces pero la primera vez se que siempre será especial por dos cosas por el hecho de llevarlos y por que son esos amigos de la infancia los que me han invitado a ello.

No tiene precio el "bailar" el gigante delante de mi casa de la infancia y delante de mi Bar.

Como dice mi madre ya sólo me falta bailar el Paloteau, pero para eso me parece que se me ha pasado el Arroz.

!Ah¡ y daros las gracias también por ese par de huevos fritos que me comí para almorzar en muy buena compañía.